10 abril 2006

Babar

Desde hace tiempo estoy buscando en la internet información precisa sobre la serie animada de TV "Babar", basada en la historia de Jean y Laurent De Brunhoff. La compañía canadiense Nelvana la produjo a fines de la década del ochenta.
Durante mi infancia fui un fanático de la historia del elefante Babar y sus aventuras en Villa Celeste, pero a la hora de buscar en internet, sólo encuentro información muy dispersa. ¿Sabe alguien de páginas donde se dediquen a pleno a este simpático personaje? Yo seguiré investigando.

05 abril 2006

Año de Mozart

Este año se conmemora los 250º Aniversario de natalicio de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), uno de los más grandes compositores de todos los tiempos, cuya música cautivó a sus contemoporáneos y lo sigue haciendo hasta ahora sin ningúna disminución.
Recomendamos difundir su música y legado especialmente en este año, porque su música perdura, no está de moda, supera las modas, en suma: es música clásica.

03 abril 2006

Nueve meses después


Ha pasado mucho tiempo desde el último posteo, pero vale la pena volver para recordar que ayer se conmemoró el primer aniversario del tránsito de Juan Pablo II a la casa del Padre. Un año sin él, para muchos toda la vida la vivieron bajo su magnífico pontificado de 26 años y toda una generación se ha formado, ahora debemos continuar y vivir el inmenso legado que Juan Pablo II dejó al mundo.

20 mayo 2005

Mitos y realidades sobre Benedicto XVI. Primera parte

Artículo del Pbro. Luis-Fernando Valdés López:
Habemus Papam! Y salió, por el balcón de la Basílica de San Pedro, Benedicto XVI, sonriente, saludando a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. Se presentó a sí mismo, como un «humilde trabajador de la viña del Señor». Esa descripción coincidía perfectamente con el recuerdo que yo guardaba del entonces Cardenal Ratzinger, cuando tuve la oportunidad de conversar unos minutos con él, en enero de 1998, durante un evento académico de la Universidad de Navarra (Pamplona, España).
Y quizá por eso, me contrastaron mucho algunas opiniones bastante duras sobre su persona, que algunos medios de comunicación emitieron desde el momento de su elección como Romano Pontífice. Se le tildó —entre otras acusaciones— de nazi, de intransigente, de reprimir a los teólogos de la liberación. ¿Qué hay de cierto en todo eso? ¿Se trata de acusaciones fundadas en la realidad? ¿O estamos presenciando el nacimiento de los mitos en torno a Benedicto XVI?

¿Pasado nazi?
El primero de los mitos sobre Benedicto XVI es la acusación de que en su juventud militó con los nazis. ¿Qué hay de verdadero en esto? La respuesta la encontramos rápidamente el libro publicado por Joseph Ratzinger en 1997, titulado Mi vida. Recuerdos (1927-1977). Ahí cuenta que en 1943, cuando él tenía 16 años y era ya seminarista, el gobierno de Hitler realizó una leva, y así le tocó ingresar al ejército alemán.
Cuenta que en vista de la creciente carencia de personal militar, los hombres del régimen idearon que los estudiantes utilizaran su tiempo libre en servicio de defensa antiaérea. «Así, el pequeño grupo de seminarista de mi clase —de los nacidos entre 1926 y 1927— fue llamado a los servicios antiaéreos de Munich. Habitábamos en barracones como los soldados regulares, que eran obviamente una minoría, usábamos los mismo uniformes y, en lo esencial, debíamos llevar a cabo los mismos servicios, con la sola diferencia que a nosotros se nos permitía asistir a un número reducido de clases» (p. 43).
Más adelante en 1944, fue asignado a un campamento en Austria, en la frontera con Hungría y la entonces Checoslovaquia. Ahí los oficiales eran «nazis de los primeros tiempos ... fanáticos que nos tiranizaban con violencia» (p. 45). Y cuenta que una noche, ya muy tarde, pusieron a su pelotón en formación. Entonces, «un oficial de la SS nos llamó uno a uno fuera de la fila y trató de inducirnos como “voluntarios” en el cuerpo de la SS, aprovechándose de nuestro cansancio y comprometiéndonos delante del grupo reunido» (p. 46).
Cuando llegó su turno, el joven Ratzinger se negó. «Junto con algunos otros, yo tuve la fortuna de decir que tenía la intención de ser sacerdote católico». La reacción de los oficiales de la SS —ese «cuerpo criminal», lo llama— fue inmediata: «fuimos cubiertos de escarnio e insultos, pero aquellas humillaciones nos supieron a gloria», porque se habían librado de ese enrolamiento falsamente “voluntario” (p. 46).
Como se puede apreciar, lejos de ser un miembro del partido nazi, Joseph Ratzinger fue víctima del nazismo. Y nos ha dejado constancia de su clara oposición a formar parte de ese sistema.

Hace un mes...Habemus Papam!

Annuntio vobis gaudium magnum;
habemus Papam:
Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum,
Dominum Josephum
Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Ratzinger
qui sibi nomen imposuit Benedictum XVI

Después de más de un mes de inactividad pasaron muchas cosas, luego de un breve cónclave, el Card. Joseph Ratzinger se convirtió en el Papa número 266 para gran alegría de toda la Iglesia.

06 abril 2005

Página web interesante para todos

Arvo.net

03 abril 2005

Juan Pablo II "El Grande"

Con la gran tristeza por su fallecimiento y con alegría porque sabemos que está en el Cielo, ponemos a disposición de ustedes esta carta de Adolfo Güémez. Parece que fue escrita antes de la tránsito de Juan Pablo II, pero ilustra de gran manera el testimonio que tenemos que dar.
Querido Amigo: Apenas hace un día tuve la oportunidad de verte salir a tu balcón. Me emocioné muchísimo. Ya te había visto otras veces, y siempre me había exaltado. Pero esta ocasión fue distinta. En las anteriores, te gritaba vivas mientras mis manos se agitaban con enjundia para saludarte. En ésta, te confieso que no pude articular palabra ni menear mis brazos.
Ya me había acostumbrado a verte sonreír. Pero ahora te noté pesaroso, adolorido. Cuando te acercaron el micrófono, tú lo pusiste cerca de tu boca, como queriendo multiplicar la poca fuerza que quedaba en tu garganta. Pero nadie te entendió. Apenas escuchamos tu respiración agitada y profunda; nada más que eso.
El alma se me vino a los pies. Sentí ganas de llorar, pero me contuve. Aunque casi rompo la compostura cuando me di cuenta que a mi alrededor, una buena parte de la Plaza estaba llorando.
Entonces surgió en mi interior una grande rebeldía. No quería aceptar que el Papa que una vez fue fuerte, no pudiera ya ni siquiera pronunciar las palabras de su bendición. ¿Por qué? ¿Por qué Dios permite que sufras? ¿Por qué Dios se olvida de que su Iglesia necesita de tu voz cálida y cercana para seguir luchando?
Y mientras yo libraba esta agonía interior, tú seguías ahí, en el balcón, bendiciéndonos y ofreciendo por todos tus sufrimientos. Fueron casi quince minutos.
Cuando las cortinas de tu ventana se cerraron, escuché que un joven murmuraba entre lágrimas: « Juan Pablo, ¡yo te prestaré mi voz! ».
Aquí estaba la respuesta a mis preguntas. Durante toda tu vida, tú no has hecho nada que no fuera servir a los demás. Desde los días de tu juventud en Polonia, hasta tu presente ministerio al frente de la Iglesia. Y hoy, Dios me pide que te preste mi voz, que sirva de eco a tu mensaje. Que con mis palabras, transmita las tuyas. Que con mi garganta, le grite al mundo que Dios lo ama. Que con mis manos, construya una sociedad donde reine siempre el Amor. Mientras tanto, tú continuarás prestando a la Iglesia el valor de tu ministerio, ahora santificado por el dolor.
Juan Pablo, Amigo, tu vida nunca ha sido fácil. Y ahora, mucho menos. Pero hoy, como nunca, te sostiene la oración y el testimonio de millones de hijos. Entre ellos estoy yo. Cuenta también con mi voz, pero no sólo. ¡Está también mi entrega y esfuerzo por seguir tus enseñanzas, que no son otras que las del mismo Cristo!
Tu hijo, amigo y hermano.

31 marzo 2005

Stand on the shoulders of giants

El 31 de marzo de 1727, hace 278 años, murió Isaac Newton, uno de los padres de la ciencia experimental y creador de la física clásica. Uno de los más grandes genios de la humanidad. Él decía que todos sus descubrimientos los realizó simplemente porque estaba parado sobre hombros de gigantes (Galileo, Kepler, Brahe, Copérnico, etc.)